miércoles, 25 de mayo de 2011

Buscando la definición: El día de aquel, la vida de aquella, la mía y la de los otros


Los minutos cortan su piel con el filo de la eternidad cuando ella agoniza aquel sufrimiento; con el pedazo desfigurado que aún respira intenta sobrevivir con aquella enfermedad que la ha incapacitado por 22 años, tiempo suficiente para beber de esa agua bendita que la ha quemado por dentro como una herida expuesta al alcohol con gotas de limón, ácido por su crueldad y sincero como una criatura reencarnada de la inocencia hecho hombre, o bueno mujer, el género en las historias como el egoísmo prepotente de los prójimos en la cotidianidad no merecen clasificar como elementos relevantes de su "naturaleza" a diferencia, claro, del mensaje duramente descifrable que se convierte en ese milagro salvador, aquella verdad que sentimos nuestra al encontrarla, entenderla y conservarla; la felicidad no tiene género, la vida tampoco, nuestro pensamiento nunca lo tendrá... ¿Qué más razones? ¿Qué más importa?
Si ella ha sido desgraciada por su ignorancia ¿puede un mortal culparla? Atrevidamente digo que es injusto si aquel hombre que vende cruces en el semáforo la tilda de pecadora o aquella madre que ha dado su dignidad y autoestima por su familia busca el consuelo de la joven con palabras consoladoras que anulan su esencia divina al momento de ser pronunciadas por un alma aún no perfecta; sacrilegio, por lo tanto, en contra de la Santa presencia de ese Ser que nos da un amor incondicional e incorruptible en la eternidad.
Cada TIC uno de nosotros intenta dejar su mente en blanco, cada TOC aquel otro piensa en un futuro consoladoramente lejano y por supuesto poco acertado y cada TIC TOC ese de enfrente maldice su presente llorando las pérdidas ahora de otro dueño. Y nos quejamos y ella canta aquellos coros falsos que son tan familiares como hipócritas en una verdad cultivada en un terreno infértil cuyo fruto es embutido salvajemente en cada una de las bocas de los habitantes  de este espacio apto para la vida humana, declarado 70% agua  y 30% tierra firme.
Todos los días basta con un Do mayor, un Si o un La para que sean las 12:00 a.m., el tiempo corre, hay movimiento por cada rincón pero esa verdad condicionada a la palabra dolor es inalterable, no se transforma ni evoluciona.

*Definir en el diccionario de la verdad es tan estúpido como errado, es inexacto, solo  desatinos.
 Dícese de la ceguera del alma, mente y corazón.
 Ir a: 1) Alma: No hay referencias.
         2) Mente: No hay referencias.
         3) Corazón: Afortunadamente para mí no hay nada absoluto.
  


miércoles, 6 de enero de 2010

Un claro intento



Otro pequeño habitante de aquel mítico y sublime lugar causante de esta enfermiza adicción.

16.236 segundos bastaron para desmembrar lenta y delicadamente a esa infeliz, absurda como desgraciada farsa; el patético tumor que había eclipsado la luna y el sol había desaparecido de mi mente, de mis pensamientos, de mis ideas y de mi pequeño pero aún valioso intento de libertad; mi vida cambió drásticamente desde que sobreviví físicamente a la presencia de Eleonora, ya no vivo donde vivía antes, ya no como lo que comía antes y definitivamente ya no veo lo que veía antes.

La terrible desgracia que ha aturdido la tranquilidad de mis prójimos sangre de mi sangre significa para mí un nuevo amanecer, aunque mediocre, sé que es la medalla que nunca acariciarán mis progenitores, resignación, lamentablemente en su caso sí lo es; sin embargo y en otros titulares, intuyo que la inmoralidad no es lo que me vendió aquella patética lavandería en donde mi cerebro fue remojado, lavado, enjuagado y centrifugado, no quise secarlo y es que si lo hacía no me alcanzaba para el chocorramo y el día en el que no abriera ese plástico 80% naranja perdería lo que me quedaba de la llamada identidad nacional. En fin, bien que me acuerdo de esas tardes de lavado en un sótano de balcones en el centro de una ciudad de incontables situaciones podridas, aquella lavandería era pequeña pero lo suficientemente espaciosa para aguardar a las señoras y a mi persona, nos reuníamos a contemplar nuestras vidas marchitándose para luego sufrir un esperanzador renacer una vez se acabara el ciclo; sin embargo, todo empezaba again una vez insertábamos las monedas en esas maquinitas modernas mientras nuestras desgracias, era la única que pensaba eso, estaban ambientadas por el olor a Soflan, yo únicamente usaba FAB porque mi mamá siempre lo usó y lo que se hereda no se hurta, las otras usaban Ariel y siempre fui un poco discriminada por usar ese FAB pero una tradición es una tradición y esos asuntos no tienen discusión. Recordando, recordando, mientras una empezaba a engrandecer su desgraciado ego permitiendo que su hijo modelo fuera aclamado por la multitud como un hombre honesto, buen mozo -siempre lo quise conocer- con títulos, subtítulos y viñetas, creo que hasta algunos comprados al vecino del 203, todavía tengo la leve sospecha de que en ese edificio vivía el 80% de los corruptos de la cuadra, entonces yo pensaba como sería la vida si no me “matara” estudiando y simplemente un día con un toc toc a cuánto es la vuelta me ganara mi futuro, pero bueno eran pensamientos solo eso que se inspiran en las pasiones como aquellas que despertaba Jacinta, con una oratoria heredada directamente del führer de la raza aria complacía a las mojigatas con un discurso orgásmico al que fácilmente llegaban pues era evidente la falta de buen sexo, esto por supuesto era atribuido a sus desertores esposos resignados ante la actitud santurrona de sus hipócritas parejas las cuales preferían satisfacerse mutuamente entre mitómanas puritanas a disfrutar del insaciable apetito carnal y lo mejor de la vida terrenal. Para hacer mi existencia aún más desgraciada, lo sé porque en algunos segundos en los que mi vista queda obstruida por mis párpados, todavía las veo e inmediatamente siento que ya no puedo hablar y a veces ni me puedo mover, es una verdadera pesadilla, ¡aún las veo!, cada segundo con ellas era algo sombrío; otra cosa que detestaba era ese monopolio de poder en manos de Jacinta, ella era la que empezaba, la líder y dictadora la muy embustera, lo más perturbador era que envidiaba su don el que aún busco porque estoy segura que hace unos años por descuidada lo extravíe. Y en esas duraba los 85 minutos, en una conversa que admito por momentos era amena dejándome seducir por la mierda del conformismo camuflado en lo que llaman realidad, afortunadamente mis tímpanos no soportaban ese tono de voz agudo y exasperante, entonces volvían a despertarme cruelmente y mis ojos ya con síntomas de una miopía intelectual -cada cual con sus deseos surrealistas- transformaban las amargadas patas de gallina por unos hostiles pliegues alrededor no solo del contorno de los ojos sino que además se les sumaban los verticales que empiezan en las fosas nasales para luego desplazarse alrededor de la boca y aseguro, esas fueron las líneas de expresión más aterradoras y entretenidas que jamás he visto. Y así terminaba mi día no sin antes empezar a sentir que muy pronto iba desarrollar una dependencia por la depresión a causa de ese vacío el cual atrevidamente me invadía todos los lunes y jueves a las 6:30 p.m.; esto me confirmó el inquietante presentimiento sobre una innata vocación autodestructiva, alguien que irremediablemente carece de autoestima, automotivación, autosuperación, pues si hubiera tenido esos y otros autos más hubiera salido corriendo de ese tibio lugar aquel fatídico primer lunes 28 de febrero, entre otras cosas para mí los años no cuentan, entonces si fue en el 75 o el 00 me da igual desde que tengo memoria hay una guerra declarada contra los años no me meto con los meses ni con los días, todo bien con ellos.
Esos eran los recuerdos de mi existencia hasta aquel día de marzo momento determinado para mi nuevo renacer, desde ese entonces esa sería la fecha en la que iba a celebrar mis nuevos aniversarios; fui a visitar a Eleonora, mi recomendado de la semana, en la Inmaculada esa que queda en la 7ª con 68, era la segunda vez, la primera fui con mis padres y no tenía ni idea quién era la Inmaculada a la que íbamos a visitar, que buenos y subvalorados días; ese 17 me sentía más idiota que nunca, mediocre un poco más que hoy y patética tanto o igual que al día, con una evidente apatía hacia la esperanza, la felicidad y los sumisos mortales y como no nací en el Olimpo, aunque me cueste decirlo, vivo mi autogenerada sumisión pero solo esa; cambio el alentador comentario y vuelvo a Eleonora, todavía me cuesta recordarlo porque casi ya no me quedan recuerdos vigentes de mi vida pre 17 de marzo, sabía cómo era ella antes, antes de ser encerrada, antes de ser sedada, antes de ser catalogada como peligrosa, antes de despertar fastidio, antes de ser objeto de crueles burlas, antes cuando yo le decía tía, tiempos felices para sus hermanos, para sus cuñados, para sus sobrinos, para la sociedad, tiempos conformistas, somos humanos tentados a la resignación, padecemos de amnesias afectivas, todos sabemos que la felicidad hay que lucharla, hay que llorar, sudar para conseguirla y lo más importante para valorarla; sentía culpa, remordimiento pero no compasión al fin y al cabo el lavado de cerebro había funcionado, el resto de basura suma, no solo iba a esa lavandería, fui al colegio, luego a la universidad, escuchaba a mis señores padres, a mis hermanos, a mis amigos, a la gente en el bus, la televisión me crió y el internet luego llegó. ¿Cómo la vi? Desequilibrada, perdida, un desastre, los ojos siempre a punto de salírsele, una tembladera que la incapacitaba más que su propia situación y una alegría indescriptible, cuando no se pone agresiva, nunca lo ha sido conmigo, es una persona cariñosa, pendiente de su familia ¿cómo va la universidad?, ¡que orgullosa estoy de mi sobrina! -efecto del Risperdal- ¿cómo están todos en la casa?, ¿todo va bien?, ¡gracias a Dios todos están bien!, como siempre cuando uno está incomodo responde amablemente a esas trivialidades intentando amenizar el clima; pasamos media hora en esas y de repente sentí como ese intolerable vacío, aquel de reputación indestructible, era invadido discretamente, debe ser  esa  sensación que proclaman los libros sagrados como el estado de paz. Desde ahí todo fue esperanza, hablaba un poco nerviosa pero cálida, era frustrante ver cómo pueden arruinar la vida de una persona de esa manera, intentándole dar “calidad” porque simplemente no es capaz de controlar sus impulsos, de callar la verdad que siempre nos han tapado, de hacer lo que siempre había reprimido inconscientemente, de decir no más, no quiero más ataduras, quiero vivir mi utopía lejos de la asesina opresión; nunca nadie supo cómo empezó su nueva vida, todos dicen, como las leyendas, fue de un momento a otro, es obvio de un momento a otro como cuando uno se acuesta a las 9 :00 y se levanta a las 7:00.
Es libertad dejar de creer en la verdad, es valentía no dejarse intimidar por la tiranía de las lacras, es paz dejar de pensar que la moral y la ética ya están dichas, es amar luchar por la felicidad, es sabiduría desnudar la mente y es que Eleonora y yo ya no sabemos donde vivimos, para los del otro lado estamos registradas cada una en un cuarto en la 7ª con 68, pero todos acá saben que esas son otras, porque un día vivo en un árbol, el único en medio de un paisaje tan hermoso como los ojos del hijo que soñaba tener algún día en mis brazos, desde aquel gigante veo el atardecer y siento como esa inmensa bola de fuego acaricia cada centímetro de mi libre piel, otro día puedo bañarme en aquella cascada de agua cristalina al lado de una pequeña cueva en la que paso las noches escribiéndole a mi eterno amado versos sin sentido pero con una pasión que solo el amor profundo e infinito puede inspirar; sí, también puedo sentir como aún estoy con mi madre caminando por un desierto a la luz de la luna e iluminado por esos pequeños astros que nos guían hacia la inmortalidad. Ya nosotras sabemos todo de allá, todo encaminado hacia lo vacío, tan material, rutinario, miserable y ridículo, tanto por ver pero los entes tan sedados ya sin la mínima posibilidad de despertar, tanto por apreciar pero tan impedidos para disfrutar, tanta soberbia que es imposible rescatar, tan desdichados que alardean vivir amores sin ni siquiera haber estado cerca de encontrar y mucho menos sentir lo perfecto y único del incondicional e indestructible amor. Seguiremos caminando fieles en la lucha por la libertad del alma, esas ideas, esos pensamientos sin obstáculo alguno, el único aire que necesitamos, esa es la vida, esa es mi ética y mi moral.


miércoles, 21 de octubre de 2009

El alma de la vida

El esperado consuelo que mis amargos minutos invadidos de absurda pero irreversible agonía ansían en cada uno de sus sesenta segundos, la perfección que mis contaminados ojos jamás hubieran imaginado presenciar, lo único constante de mi habitual vida inconstante, la hermosa materialización de mis inconformes fantasías, la escapatoria al seductor conformismo, mi héroe artístico.



¿Exagero?
Aunque se rumore que mi enfermiza obsesión me ha enceguecido llevaré este amor hasta el fin de la eternidad.



P.D.: Aún sigo hablándole a esa pared.

sábado, 29 de agosto de 2009

Recuerdos reflexivos

MES GARZÓN

¡NO! a cualquier tipo de dictadura, oligarquía, corrupción, guerra, paramilitarismo, guerrilla, desigualdad, narco-estado, coartación de la libertad de expresión e información, violación a los derechos humanos, cortinas de humo, crímenes de estado, secuestros, expansionismos, abuso del poder, silencio, impunidad...





"Y hasta aquí los deportes, país de mierda". (Londoño, 1999)

sábado, 15 de agosto de 2009

Revolución de la conciencia y consciencia



Qué puede llegar a ser verdad y qué no; simplemente otro punto de vista, una pequeña revolución.


Click --> http://www.thezeitgeistmovement.com/

jueves, 6 de agosto de 2009

Dejando una celda vacía

La imperfección es como el aire, recorre y acaricia todo el cuerpo, les da la vida, me da la mía y hace que sea humana. ¿Por qué cada vez que intento sentirlo huye de mi como lo hace un prisionero que repudia su celda? si la ley lo determina así ¿no significa que tiene que cumplirse sin ningún tipo de desobediencia? entonces ¿qué pasa si ese prisionero logra huir, se escabulle ágilmente y deja atrás a su carcelero? En este momento las consecuencias sociales simplemente no me interesan, es la celda que acaba de ser abandonada la que atrapa toda la atención, aquella que antes albergaba a un prisionero encerrado entre cuatro simples paredes, desgastadas por las innumerables marcas reflejo de una trayectoria guiada por el sufrimiento, la miseria, el amor, la tristeza, el odio, la pasión y la desesperación, incontables heridas que producen temor, compasión y nauseas; paredes que ahora no existen, las que muy pronto van a ser olvidadas y simplemente serán un recuerdo material pero no su esencia, paredes que al parecer fueron derrumbadas al momento de la fuga y que ahora no dejaron ni un escombro que compruebe su existencia. Ya no es una celda ni siquiera un cuarto, ni siquiera un lugar, es un éxtasis indescriptible como lo negado y lo adorado, la credulidad y la incredulidad, la verdad y la mentira, la fantasía y la realidad, la nada en algo que fue imperfecto y la inmortalidad en algo que fue humano. La perfección presentándose a sí misma, la que siempre llega tarde pero en el momento indicado, la que aguarda tras el carcelero sabiendo que en algún momento va a dejar huir al prisionero porque decide renunciar a ser guardián de su propio reo, ya no soporta la amargura que emana de las paredes ni la desesperación que producen las heridas que apenas cicatrizan pero que nunca desaparecen, la desagradable existencia de esa imperfección que permite el latido del corazón. La imperfección es como el aire y el carcelero nosotros.

jueves, 30 de julio de 2009

Quiero vivir el ahora, el feliz y verdadero ahora. Nunca el después, el triste después




Entonces un hombre, no solamente yo sino ésa y tú y todos los muchachos, podrían vivir cientos de años, si encontráramos la manera podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, de esa manía de minutos y de pasado mañana... (Cortázar, 1959)

No sé si deba escribir sobre Johnny (porque simplemente escribo aunque no tenga sentido ni sea agradable al leer) es más no quiero escribir sobre él tengo la sensación de que esto puede ser incorrecto; solamente me imagino pedazos de él e inmediatamente… Johnny no va a estar de acuerdo estoy segura, lamentablemente ya no puedo hacer nada ya me encaminé y me incomoda regresar, perdón Johnny espero que donde esté no sienta asco son simples palabras, pensamientos sin sentido y con una clara pero tímida imperfección.
Este mundo es la suma de incontables seres, se encuentran personas que se adaptan y otras que no, las que no se conforman, las que inconscientemente luchan por un irremediable destino infeliz. Esto no intenta llegar a un conclusión en la que Johnny era un pobre incomprendido víctima de una enceguecida sociedad alojada en un campo abrumado de urnas, no, se consideraría un poco patético, ¡todo es culpa de esta farsa y estúpida sociedad!... bueno en algunas cosas sí lo hago y entonces soy patética, sin embargo, en este caso no. Volviendo a mi tema de interés consideraría más bien que Johnny no era alguien preparado para este mundo ( tal vez en ese momento) ni el mundo preparado para Johnny; cómo podría serlo si a los ojos de los demás era un objeto, siempre en alucinaciones soltando unas cuantas incoherencias PERO con un don maravilloso que no debería ser desperdiciado. La posibilidad más aclamada expone que Johnny debería haber ocupado un lugar entre el glamuroso mundo de Hollywood con millones de dólares, extravagantes casas, la droga y el alcohol, bueno eso ya era parte de su vida lo que significa un punto a favor, sin mencionar la cantidad de mujeres y pasiones acechando su excitante existencia…. Es mejor dejar la idea ahí.
Que infeliz o no pudo haber sido este Johnny, toda su vida giraba en torno a la palabra conflicto, la satisfacción no era parte de su léxico y la autogratificación mucho menos, faltaba más y no sabía cómo lograrlo; a veces tenía esos momentos de iluminación, cuando otra vez era llamado de vuelta el odiado tiempo con sus preocupaciones y lo agriaba todo. Querido Johnny –atrevimiento- era perfecto y hermoso, por lo menos su música, su arte, una descarga que dejaba sin aliento a cualquiera que se atreviera a rozar las magníficas notas que van fluyendo en armonía por un sendero desconocido y a la vez familiar e inquietante.
Ahora reflexiono e intento ser un Johnny … 5,4,3,2,1… inmediatamente voy camino a una clínica de reposo, las burlas y la incomprensión no se hacen esperar, oigo lamentaciones e incredulidad, oigo un “se lo dije” y un “que falta de consideración” y lo último que proceso en mi atolondrada consciencia son esas predecibles y a la vez dolorosas palabras “era de esperarse”; sin embargo, me levanto (no me detuve a mirar de qué) y corro a través de una neblina la traspaso como una suave brisa que me invade de preocupación y lamentación, me doy cuenta que no estaba muy lejos porque en segundos me encuentro con una ordinaria puerta la cual logro abrir desesperadamente; otra vez mis pulmones sienten la cotidianidad que les da vida, siento como el conformismo quiere ser mi consuelo, ya me encuentro con lo que hacía unos minutos era mi vida, mi día y mi noche, mi realidad, me doy cuenta que esto de la felicidad llegó a su fin, todo lo bueno pasa tan rápido, las cosas buenas, como decía Johnny, son trampas para que uno se conforme.
Después de unos cuantos segundos doy vuelta ya no estoy indecisa tengo confianza y la esperanza dibuja en mi rostro una extraña pero desconocida sonrisa, cierro los ojos y camino tranquila, veo una luz y me alegro porque ya no tengo que forzar la puerta, la empujo y cruzo, entonces veo todo más claro, empezaré por vivir el ahora, siempre el ahora nunca el después.

Ah, el día en que pude mandarme mudar, subirme al tren, mirar por la ventanilla cómo todo se iba para atrás, se hacía pedazos, no sé si has visto cómo el paisaje se va rompiendo cuando lo miras alejarse... (Cortázar, 1959)

martes, 28 de julio de 2009

Los juegos del destino, las palabras de la esperanza y la desilusión

Llueve todos los días sin cesar, ella está herida, herida del alma, su corazón no late, el amor se le ha ido y la felicidad es corta pero hermosa.
Eran dos desconocidos, ninguno de los dos tenía conciencia de la existencia del otro. A veces el destino juega extrañamente con nosotros, es sutil y cuando nos damos cuenta que estamos atrapados en una de sus travesuras ya es demasiado tarde ya nuestras vidas no pueden escaparse de ello.
Era un momento inesperado dos almas distintas pero iguales se conocieron, se hicieron una ahora son una y serán una por el resto de la existencia, de la eternidad; parecía que el universo se había unido en una especie de maniobra y complot de partículas y sueños profundos, fue un choque, un momento especial para la vida para el propio cosmos; afortunadamente ellos no lo sabían. Ese momento fue algo simple y normal en la realidad, simplemente se vieron a los ojos por un momento e inmediatamente la vida siguió su simple camino; sin embargo, para ellos eso no fue suficiente y otra vez sus miradas se cruzaron profundamente, sus almas calaron en el otro y desde entonces no pudieron dejar de verse, no pudieron apartarse el uno del otro y decidieron seguir juntos por un camino lleno de ilusiones y fantasías.
Lamentablemente la realidad es otra y los seres humanos no son perfectos, son ignorantes y tercos, a la vez sorprendentes y especiales pero cada uno diferente afortunada o lamentablemente.
Ella, esa mujer, esa niña, ese ser tan diferente y a la vez humano, una persona triste pero con grandes ilusiones y sueños, pensamientos extraños y profundos y a la vez deprimentes, con un gran vacío en el alma del cual pensó nunca podría llenarse, está vacía por el pesimismo y la falta de fe en la realidad, todas sus esperanzas están en un mundo de fantasía fuera de los simples ojos de los mortales.
Él… otro ser, algo hermoso, diferente y especial, inteligente y muy racional, tal vez lo que los hacía especiales pero diferentes tanto uno como del otro.
Cuando este tipo de vidas y de almas se juntan el mundo se detiene para observar este espectáculo de emociones y sueños que se expresan y se realizan. Lamentablemente en esta vida terrenal nada es para siempre, todo muere, todo acaba, la felicidad no dura y la tristeza llega, la amargura aflora y la depresión continua, la desesperanza nos invade, ese dolor del alma es tan grande, tan fuerte, tan profundo; ¿por qué sufre, por qué no puede ser feliz?. Ella es muy joven pero su tristeza es madura, ya es veterana en el juego del destino; tal vez sea por pesimismo, tal vez ella no se quiere despegar de esa tristeza, de ese estilo de vida que ha llevado, quiere vivir con ella, quiere tenerla a su lado para siempre… ¿por qué cada momento en el cual somos felices, grandes, hermosos, indestructibles, tiene que llegar a su fin, destrozándonos y quintándonos una parte de nuestro pequeño ser?. Solo quiere respuestas, cada una de ellas. ¿Por qué? si eran tan felices él la abandona
pero a la vez la ama, la siente, sus almas están unidas por el resto de la eternidad, ¿por qué la dejo ir? La vida real es solo una, el amor es uno, la felicidad es solo una, cada uno anhela esa felicidad, pero esta solamente es una para cada ser.
Si ella no se encerrara en su depresión, si ella no buscara su fin, el fin al dolor, a su vida de amargura tal vez todo sería diferente, tal vez sus pensamientos no la llevarían al descontrol ni a la desesperación, quizá entonces no buscara a esa figura a la cual ve como desconocida, cruel pero hermosa, ese ideal de representación que acaba con la realidad y nos lleva a la eternidad, a la paz, al descanso eterno pero entonces si fuera así su vida terrenal seguiría normal y caería en otros momentos de incertidumbre, de vivencias manipuladas por el destino; sería una actitud valiente y racional, lamentablemente ella no es así es una soñadora e idealista pero no de la realidad, es una amante fiel en la búsqueda de su felicidad eterna en el camino contrapuesto a la existencia humana.
Él tal vez estará sumido en la desesperación e incertidumbre o tal vez este feliz y tranquilo a la espera de nuevas aventuras y metas, él seguirá adelante con su vida, con sus sueños y deseos sin saber que el destino no deja las cuestiones a medias, que sus travesuras son serias y que siempre vuelve a resolver los asuntos que dejó pendientes porque el destino siempre busca el triunfo en cada juego que emprende, por eso espera paciente para luego volver dispuesto a vencer en el juego de la vida de los seres, en el juego de estas dos almas, regresará a concluir está partida, a pagar las cuentas que tiene con la vida; por ahora ese destino está lejos, está cansado, necesita pensar él sabe como jugar sus partidas...y
entonces, cuando él vuelva dispuesto a todo, a terminar con esto, será el fin y el comienzo de una nueva travesura convertida en su efímera diversión, cuando esto suceda no tengan la menor duda que sabrán por mis propias palabras qué pasa cuando dos almas son inseparables en la eternidad pero con incertidumbre en la realidad de la vida de los hombres terrenales y lamentables.