martes, 28 de julio de 2009

Los juegos del destino, las palabras de la esperanza y la desilusión

Llueve todos los días sin cesar, ella está herida, herida del alma, su corazón no late, el amor se le ha ido y la felicidad es corta pero hermosa.
Eran dos desconocidos, ninguno de los dos tenía conciencia de la existencia del otro. A veces el destino juega extrañamente con nosotros, es sutil y cuando nos damos cuenta que estamos atrapados en una de sus travesuras ya es demasiado tarde ya nuestras vidas no pueden escaparse de ello.
Era un momento inesperado dos almas distintas pero iguales se conocieron, se hicieron una ahora son una y serán una por el resto de la existencia, de la eternidad; parecía que el universo se había unido en una especie de maniobra y complot de partículas y sueños profundos, fue un choque, un momento especial para la vida para el propio cosmos; afortunadamente ellos no lo sabían. Ese momento fue algo simple y normal en la realidad, simplemente se vieron a los ojos por un momento e inmediatamente la vida siguió su simple camino; sin embargo, para ellos eso no fue suficiente y otra vez sus miradas se cruzaron profundamente, sus almas calaron en el otro y desde entonces no pudieron dejar de verse, no pudieron apartarse el uno del otro y decidieron seguir juntos por un camino lleno de ilusiones y fantasías.
Lamentablemente la realidad es otra y los seres humanos no son perfectos, son ignorantes y tercos, a la vez sorprendentes y especiales pero cada uno diferente afortunada o lamentablemente.
Ella, esa mujer, esa niña, ese ser tan diferente y a la vez humano, una persona triste pero con grandes ilusiones y sueños, pensamientos extraños y profundos y a la vez deprimentes, con un gran vacío en el alma del cual pensó nunca podría llenarse, está vacía por el pesimismo y la falta de fe en la realidad, todas sus esperanzas están en un mundo de fantasía fuera de los simples ojos de los mortales.
Él… otro ser, algo hermoso, diferente y especial, inteligente y muy racional, tal vez lo que los hacía especiales pero diferentes tanto uno como del otro.
Cuando este tipo de vidas y de almas se juntan el mundo se detiene para observar este espectáculo de emociones y sueños que se expresan y se realizan. Lamentablemente en esta vida terrenal nada es para siempre, todo muere, todo acaba, la felicidad no dura y la tristeza llega, la amargura aflora y la depresión continua, la desesperanza nos invade, ese dolor del alma es tan grande, tan fuerte, tan profundo; ¿por qué sufre, por qué no puede ser feliz?. Ella es muy joven pero su tristeza es madura, ya es veterana en el juego del destino; tal vez sea por pesimismo, tal vez ella no se quiere despegar de esa tristeza, de ese estilo de vida que ha llevado, quiere vivir con ella, quiere tenerla a su lado para siempre… ¿por qué cada momento en el cual somos felices, grandes, hermosos, indestructibles, tiene que llegar a su fin, destrozándonos y quintándonos una parte de nuestro pequeño ser?. Solo quiere respuestas, cada una de ellas. ¿Por qué? si eran tan felices él la abandona
pero a la vez la ama, la siente, sus almas están unidas por el resto de la eternidad, ¿por qué la dejo ir? La vida real es solo una, el amor es uno, la felicidad es solo una, cada uno anhela esa felicidad, pero esta solamente es una para cada ser.
Si ella no se encerrara en su depresión, si ella no buscara su fin, el fin al dolor, a su vida de amargura tal vez todo sería diferente, tal vez sus pensamientos no la llevarían al descontrol ni a la desesperación, quizá entonces no buscara a esa figura a la cual ve como desconocida, cruel pero hermosa, ese ideal de representación que acaba con la realidad y nos lleva a la eternidad, a la paz, al descanso eterno pero entonces si fuera así su vida terrenal seguiría normal y caería en otros momentos de incertidumbre, de vivencias manipuladas por el destino; sería una actitud valiente y racional, lamentablemente ella no es así es una soñadora e idealista pero no de la realidad, es una amante fiel en la búsqueda de su felicidad eterna en el camino contrapuesto a la existencia humana.
Él tal vez estará sumido en la desesperación e incertidumbre o tal vez este feliz y tranquilo a la espera de nuevas aventuras y metas, él seguirá adelante con su vida, con sus sueños y deseos sin saber que el destino no deja las cuestiones a medias, que sus travesuras son serias y que siempre vuelve a resolver los asuntos que dejó pendientes porque el destino siempre busca el triunfo en cada juego que emprende, por eso espera paciente para luego volver dispuesto a vencer en el juego de la vida de los seres, en el juego de estas dos almas, regresará a concluir está partida, a pagar las cuentas que tiene con la vida; por ahora ese destino está lejos, está cansado, necesita pensar él sabe como jugar sus partidas...y
entonces, cuando él vuelva dispuesto a todo, a terminar con esto, será el fin y el comienzo de una nueva travesura convertida en su efímera diversión, cuando esto suceda no tengan la menor duda que sabrán por mis propias palabras qué pasa cuando dos almas son inseparables en la eternidad pero con incertidumbre en la realidad de la vida de los hombres terrenales y lamentables.